sin titulo

La sangre corria por sus venas ran rápidamente que el sabía, y lo sabía bien, que si esta vez daba un solo suspiro de más, caía. Solo le quedaba esperar, contar sus respiraciones...Entonces lo único que podía hacer era pensar... No podía aferrarse a una solo idea, paseaban embravecidas como sin tiempo, como sin luz, con furia.Él, tan perfecto, inteligente no podía permitir que eso ocurriera en su cabeza, entonces razonó, y entonces entendió, eran sus malditos sentimientos que lo habian dominado... una- vez- más-Se paró, se olvidó de su aliento, corrió sin direccion, sin rumbo. Desnudo. Y se dió cuenta por primera vez que estaba aterrado, casi sin aliento, observando sus manos temblorosas y sientiendo el sudor helado que lo recorria frenó, prendió algo para fumar y se sentó y por primera vez en años, tal vez dedsde que era pequeño se escuchó. Y ahí, justo en ese preciso instante, se díó cuenta de que lo que le habia dicho aquella flaca medio rara alguna vez, en una ciudad perdida en el sur, no estaba tan mal, y recién ahí comprendió lo que le había querído transmitir. Recién en ese instante de autodescubrimiento , se dió cuenta que no había oído a mucha gente que solo quería abrirle puertas... y si lo dulce es fácil comerlo man.. si si.. se lo habían dicho, y él no había escuchado.Entonces, agobiado pr los pensamientos y el frío, se subió a un taxi, llegó a su casa abrió la puerta y como siempre se volvió a olvidar, de todo lo que realmente era esencial.